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Un día frío del año 2013, Cecil Williams, de sesenta años,
iba caminando por el metro de Nueva York. Como de costumbre, iba acompañado de su
bello perro guía Orlando, un labrador retriever con vello negro.
Cecil, desafortunadamente se aproximó demasiada cerca del
borde del andén. Su perro Orlando, trataba de prevenirle con ladridos y
tirones, pero Williams cayó a las vías cinco minutos antes de la llegada de un
tren de la calle Manhattan.
Rápidamente, Orlando se lanzó a las vías tras su dueño
invidente, al que estuvo lamiendo y ladrando para intentar que se levantara.
Así, Cecil fue consciente de la situación, y segundos antes de la llegada del
tren, el hombre y su perro se situaron entre las vías, donde el espacio es más profundo,
por lo que ambos afortunadamente sobrevivieron.
Williams fue trasladado a un hospital, donde le atendieron
de un corte en la cabeza, acompañado siempre de su fiel Orlando. De esta manera,
el perro guía se convirtió en el héroe del metro de Nueva York.
¿Sorprendente no?
Hola Isabel: la historia que me as puesto es muy bonita,ya me gustaría yo tener un perro como Orlando,aunque no crees que para un perro Orlando es poco raro,para mi si.Yo tengo un perro que se llama Simba,como el del Rey León,pero aunque no sea como Olando yo le quiero igualmente.Gracias por esta historia.
ResponderEliminar6A06Rodrigo
Me alegro de que te haya gustado la historia. Está basada en hechos reales, y los perros guías son muy inteligentes.
ResponderEliminarAhora que lo dices, a mi me recuerda al bote de tomate frito :)